Otra Vez

Así suena OTRA VEZ: hablemos de su nuevo disco

Transcurría el evento de premiación de Tribus Urbanas 2020 (premios al rock sonorense), la banda OTRA VEZ tomaba el escenario, uniéndoseles sus compañeros musicales de EL GRITO, todos padrinos contemporáneos del hardcore sonorense, interpretando juntos “Ríos de sangre” con el intro de “Más que un juego”. En un momento de mucha euforia, el Micky (QEPD) le cedió el bajo al Yoyo, bajista de EL GRITO.  Esta sería la última aparición de OTRA VEZ con todos sus integrantes. Meses después su bajista, Micky, fallecería. 

Al morir el Micky todos los integrantes se sintieron desolados. Con el tiempo la banda logró levantarse para continuar, en parte gracias a las palabras de aliento de Jimmy (vocalista del EL GRITO) quien los animaba a continuar, y también Yoyo, quien hizo que la pérdida fuera más llevadera y se convirtió en el perfecto sucesor, un bajista como de la familia. 

Ver al Micky pasarle el bajo al Yoyo en aquel evento me llevó a pensar en una alegoría, en la imagen de aquella pintura creada por Miguel Ángel en la Capilla Sixtina, donde el índice de una figura humana está estirado listo para lanzar una chispa de vida al contacto con la mano del otro. Fue poesía. Ahora sé que ese episodio ayudó a salir adelante a la agrupación después de un tiempo de no saber qué hacer, incluso consideraron declarar que todo había terminado y entonces nació una nueva grabación con el Yoyo como nuevo integrante en el bajo.

El disco Resilientes consta de ocho canciones y fue grabado en el estudio de Jorge Figueroa (Digipro) entre noviembre de 2023 y septiembre de 2024, disco al cual tuve acceso a través de la versión final del máster. Sí, lo admito, fue un privilegio y les advierto que este es un top de mis canciones favoritas:

“Expiadores de mi ira”

Uno de los riffs que se me quedó en la cabeza cuando escuché este disco es el del inicio de la rola “Expiadores de mi ira”, que el buen Micky alcanzó a componer y que le dio un sonido que logró hacer que esta canción se convirtiera una de mis preferidas y una pieza redonda.  Parte del logro de esta rola se debe a la batería, la cual se nos presenta con gran, gran destreza, manteniendo un sonido agresivamente distorsionado: los gritos y la velocidad que se escuchan son bestiales. Los solos de la guitarra líder y el acompañamiento de la rítmica son cruciales, buena mancuerna de esta última con el resto, sin ello no sería posible la complejidad musical que desarrolla la banda. Quizá el trabajo del bajo, en esta rola, no sea brillar, sino asegurarse que todo suene como debe sonar: completamente articulado. Me atrevo a decir que es el mejor track del disco entero, la joya de la corona. Según su autor está inspirada en la lamentable gestión de las emociones que han tenido algunas personas que sufrieron abusos físicos y/o sexuales, o de tipo psicológico, por parte de su círculo inmediato y que desencadena un ataque de ira insospechado, el cual podría terminar en masacres en escuelas y actos de violencia contra personas inocentes. 

Buen porcentaje de las canciones fueron escritas por el guitarrista principal, Eugenio, alias El Caire. Según lo que me han contado, mantiene siempre una amplia gama de propuestas cada vez que componen nuevo material.

 “Resilientes” 

La voz tiene mucho que ver para que la propuesta musical te atrape en los primeros acordes. Me gusta la tesitura de la segunda voz, le imprime mucha autenticidad y fuerza a la interpretación. Como siempre, Toño Meuly hace el aguante en toda la rola.

En cuanto a lo que se refiere a la letra de esta canción, no puedo evitar hacer la siguiente reflexión: Si el machismo sigue estando presente en el ADN de nuestra sociedad, cómo no aceptar que ocurre lo mismo en las diferentes escenas musicales subterráneas: “Cuando el hardcore y el punk llegaron a nuestras vidas no lo hicieron libres de machismo”. (Bárbara Rebel). 

Gran parte de la temática de las letras del hardcore continúa ligada a la masculinidad tradicional, a la masculinidad hegemónica y los miembros de esta comunidad, que, en su mayoría, reproducen los rasgos que describen esa forma de ser, actuar y pensar en las canciones: el honor, la fuerza, reafirmar la hombría, puños bien cerrados, no sentir dolor, la resistencia sin importar qué, etcétera. Ni OTRA VEZ se libra de ello.  “Resilientes” y “Reafirma” son ejemplos notorios.

Paco López, en el diario El País, nos comparte que “Resiliencia es una de esas palabras que la pandemia ha puesto de moda, a veces hasta pervertir su sentido. De hecho, la resiliencia es una metáfora sobre la condición humana que las ciencias sociales tomaron prestada de la física, de materiales en la segunda mitad del siglo XX para referirse a la resistencia y la flexibilidad ante los golpes de la vida. Gracias a las investigaciones sobre la resiliencia, hoy sabemos que afrontar las adversidades y salir adelante, a pesar de ellas (o incluso gracias a ellas), no es algo que dependa de la suerte, de los genes o del destino” [1] 

En otro orden de ideas, encuentro contradicciones en la letra de “Resilientes” porque mientras proclaman que son fuertes física y emocionalmente, se dicen invulnerables, lo que lleva a la frustración. La misma naturaleza de los rasgos de la masculinidad tradicional en el hardcore los hace incapaces para reconocer que necesitan pedir ayuda ante los problemas, y parte de la resiliencia es eso, saber pedir ayuda.

“En trincheras no hay ateos”

Pocas piezas con estilo hardcore de la vieja escuela aparecen en este nuevo álbum. Esta canción me atrae en demasía, en particular por su rítmica. Pienso que es una de las composiciones más importantes del disco gracias a su simple y contagiosa estructura y a los arreglos.

En la parte lírica de este material discográfico resaltan ciertos matices de espiritualidad, de una especie de experiencia religiosa, por ejemplo, si hablamos de la rola “En las trincheras no hay ateos”, esta es una frase supuestamente conocida, aparece en una película estadounidense hecha en 1942 y en un episodio de la serie M.A.S.H. y hace alusión a que “en casos de miedo o de estrés extremo, como una guerra por ejemplo, la mayoría de las personas tienden a creer en la existencia de un ser superior”[2]. 

La letra habla del cargo de conciencia. Una vez más aparece un elemento espiritual y de tipo moral, haciendo alusión a un acto de contrición: el arrepentimiento y la culpa. Por ahí se dice que hay un sinfín de veteranos de combate que fueron ateos, lo cual pudiera explicarse en lo que Francisco J. Ayala señala a propósito de:La religión es una de tantas maneras en las que aceptamos valores morales, pero esos mismos valores también los aceptan personas sin religión o con religiones diferentes, y van cambiando a través del tiempo” [3]. Coincido en que las consecuencias de nuestros actos derivan de las propias decisiones, y sí, ¡vive y deja vivir!, pero como dicen los AA: un día a la vez. He de insistir, esta es una de las canciones de las que más me han atraído, quizá porque, a pesar de todo, es difícil resistirse a una buena dosis de velocidad y riffs que conforman un sonido duro y agresivo. 

En cuanto al fraseo, aunque en una de las estrofas tiene un detalle en la segunda voz (pierde entonación en un fragmento), en lugar de restarle, le da humanidad, crudeza, frescura y la batería es ultrarrápida. El Junior la rompe, y como dicen los que saben, los buenos bateristas cambian las acentuaciones de lo que tocan y lo vuelven más interesante, porque no solo es que sea bueno con el control del tempo, sino lo que nos transmite con su ejecución. Una alta descarga, claro está. Qué acertados los científicos cuando sostienen que el hormigueo o escalofrío que te provoca la música ocurre en los momentos de placer musical más altos. Hell yeah!

“Reafirma”

En esta pieza vuelven a sus raíces, aunque también tiene trazos de masculinidad hegemónica, el intro me encantó. Fantástico acoplamiento de todos los integrantes y sus instrumentos. Gracias al bajista, porque bien lo explica Carlo Mazzini: “El bajo es el cimiento de la banda. Es el que articula el ritmo de la percusión con la melodía del resto de la banda. ¿Esa batería linda que amas tanto? Es tremendamente elevada por el bajo que está detrás. ¿Esas guitarras espectaculares que llenan el escenario? Es el bajo quien le da la gravedad que lleva esa electricidad por tu espina dorsal” [4]. El punch, aparte de la música, la da el gritante a mil por hora.

“Víctima perfecta”

Aunque repiten la fórmula del disco anterior con estribillos muy típicos de su perfil y del género, la clave del éxito en el estilo lírico de OTRA VEZ está en lo bien que les queda eso que se llama prosodia letra-música, es decir, la armonía entre la letra y la música, ya que la agresividad musical va obviamente de la mano de las variaciones de tono e intensidad de la voz, donde los acentos líricos coinciden con los acentos musicales y el significado de la letra es congruente con el ritmo y el acompañamiento utilizados. Asimismo, el arreglo instrumental empleado va en sincronía con la ferocidad del contenido de la letra, aspectos que nos hacen concluir que logran comunicar bien su mensaje y cumpliendo con estos requisitos, pues podemos hablar de que se trata de rolas que jamás podrán pasar desapercibidas. “Expiadores de mi ira”, “Resilientes”, “Víctima perfecta” y “En trincheras no hay ateos”, son parte de esas rolas esenciales.

“Naciste para morir”

El intro es muy llamativo y resaltan los solos de guitarra y la velocidad. La habilidad del baterista da un paso al frente en esta canción. Esta va muy de la mano de Ian Mackye en el sentido de no necesitar de distractores para afrontar la realidad, de una vida sobria, del autocuidado.

“SFHC” 

Esta pieza es un homenaje póstumo. Meño, ex guitarrista de EL GRITO y LA VIEJA LOKA, entre otras bandas, desde la distancia (Alemania) pensó en su viejo amigo y le escribió una letra que suena a un reconocimiento al temple del Micky y su andar por este mundo. En lo musical no pueden faltar los straightedge hardcore drums, influencias del posthardcore del miembro más joven de este combo, Jorge, alias El Junior. En las voces destaca la colaboración de Darío de HERENCIA DE HONOR, unos coros guturales muy chingones como siempre. Su voz es así. También aquí aparece el buen Jimmy, vocalista de EL GRITO: pura nostalgia con esa voz tipo vieja escuela, un estilo acoplado y apropiado para esta rola, además se suman también el Peñita de EN TU CONTRA y Tito de LA VIEJA LOKA, y al final del tema, en un gesto de validación, acompañamiento y despedida, la voz en off de Doña Cuquita Peralta, la señora madre del Micky.

Este nuevo lanzamiento, al igual que el anterior, llama insistentemente a la introspección, a vernos a nosotros mismos. En otros momentos nos hacen ver que les preocupa sobremanera las causas de la violencia, tanto en “Expiadores de mi ira” como en “Víctima perfecta” se hace énfasis en dicho tema.

Después de escuchar varias veces esta reciente entrega me queda la sensación de que precisamente el thrash tira de un lado y el hardcore de la vieja escuela del otro: están en ese dilema. Y no es extraño, puesto que fue “a mediados de los ochenta que el crossover metal, la fusión del hard metal y el hard core pasó a primer plano a raíz de la popularidad de las presentaciones de EXODUS y TESTAMENT, por un lado y de D.R.I., CORROSION OF CONFORMITY y SUICIDAL TENDENCIES” (Walser, 1993, p.14) [5]. Y “en la medida que el hardcore se entrecruzó con el mainstream metalero, muchas de las ideas anarquistas, de izquierda, anti-sexistas y con sentimientos pro queer, banderas comunes del proto-hardcore, fueron abandonadas a favor de una corriente más apolítica” (John Sewell, 2012, p.209).

Ya lo dijo Hormigos “No hay vida cotidiana sin música”. [6] Cuando escucho a OTRA VEZ me siento más activa e inspirada. La música más rápida tiende a inducir más emociones positivas que la música más lenta. Escuchar a OTRA VEZ es hallar un lugar donde los sentimientos puedan desbordarse libremente. La música de esta banda te da esa licencia. El disco tiene los atributos suficientes para ser considerado un magnífico trabajo que te anima a querer escucharlo desesperadamente en directo: Eugenio, Jorge, Memo, Toño y Yoyo, gracias. Confieso que he pecado pues este LP se ha convertido en parte del soundtrack de mi vida.

PD: Este texto trata de reconocer el trabajo creativo y artístico de OTRA VEZ, una gran banda sonorense crossover hc/trash metal, y aunque no busco iniciar un debate, si busco dar mi versión de los hechos, esto ante los señalamientos en una publicación que circuló en las redes sociales (“Sugar free por siempre”), escrita por Anomia, quien expone, al hablar del nuevo disco de esta banda, que carece de originalidad, olvidando que el hardcore, desde mi punto de vista, como todos los géneros y subgéneros, tiene su estética, así como influencias y referencias musicales, y la música, como toda expresión artística, es una expresión de la vida anterior, eco del pasado, acto seguido: “…el músico, a la hora de componer, se ve influenciado por la herencia musical de su sociedad. La historia de la música presenta casi continuamente el fenómeno de que cada compositor se para sobre los hombros de sus antecesores, eso reside implícitamente en que la suma total del desarrollo musical de su pueblo hasta un cierto momento es el fundamento de su formación musical, y tanto debe él a la cadena de sus antecesores, que sin ellos nunca habría devenido esto que es” (Simmel, 2003:12) [7]. 

Referencias: 

[1] https://elpais.com/planeta-futuro/3500-millones/2023-02-03/resiliencia-la-palabra-que-la-pandemia-puso-de-moda.html

[2] https://es.wikipedia.org/wiki/No_hay_ateos_en_las_trincheras

[3 https://www.agenciasinc.es/Entrevistas/Los-ateos-no-lo-son-porque-la-ciencia-les-haya-hecho-negar-la-religion-sino-por-otras-razones

[4] https://es.quora.com/Cu%C3%A1l-es-el-papel-del-bajo-en-una-banda

[5] Walser, R. (1993). Running with the devil: Power, gender, and madness in heavy metal music. Hanover, New Hampshire: University Press of New England.

[6] Hormigos Ruiz Jaime  . LA SOCIOLOGÍA DE LA MÚSICA. TEORÍAS CLÁSICAS Y PUNTOS DE PARTIDA EN LA DEFINICIÓN DE LA DISCIPLINA. BARATARIA. Revista Castellano-Manchega de Ciencias Sociales [en linea]. 2012,  (14), 75-84[fecha de Consulta 21 de Noviembre de 2024]. ISSN: 1575-0825. Disponible en: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=322127624005

[7] SIMMEL, G. (2003), Estudios psicológicos y etnológicos sobre música, Buenos Aires, Gorla.

Yonquis de nostalgia 

No sé cuánta energía se consumió en la organización de un evento como el de Unidos Fuertes Sugar Free (el pasado primero de julio en Hermosillo), evento que contó con la participación de nueve bandas, de las cuales tres eran forasteras: En Contra de Todo (Colombia), xHasta el Finalx (CDMX) y Los Alex (Tijuana, BC), y el resto eran agrupaciones de casa (Nueva Realidad, Irracional, En tu Contra, Herencia de Honor, Otra vez y El Grito)… lo que sí tengo por seguro, es que las tocadas maratón son difíciles de aguantar para los que somos, como dicen por ahí, “de alma joven y cuerpo gastado”.

Clarividente en cinco minutos

Creo que hubo gestos de parte de la organización que delatan el motivo de haber elegido este cartel. Voy a ponerme un poco mentalista: el primer objetivo fue reencontrarnos, por supuesto, celebrar la amistad y realizar un homenaje póstumo (que estuvo en pausa por la pandemia) al Micky, bajista de honor de la agrupación -hardcoreña de nacimiento y trashera de corazón- Otra Vez. Redimir las historias, sueños, dolores, alegrías y anhelos a través de fotografías que se proyectaron durante la presentación y que intentaron atrapar un fragmento de su vida, nos conmovió y nos animó a superar obstáculos (eso, sin duda, fue una buena idea).

Como segunda intención entreveo el hecho de mantener viva la música hardcore con una pequeña ayuda de los amigos; y una tercera finalidad, apuesto, fue confrontar y conectar al público y a los músicos, quienes están haciendo el hardcore de nuestro tiempo y el posthardcore de los centennials con ingredientes crossover como el metalcore: música de excelente calidad en los headliners y también grandes actos de las bandas cuyos nombres estaban escritos en letras pequeñas dentro del póster.

Subtramas

Había razones para llegar temprano: el debut del Toño Meuly (former member de Otra Vez) como gritante de Nueva Realidad, banda telonera; la participación especial de otro miembro fundador y primer baterista de Otra Vez, Nacho, ahora con sus brothers de En Tu Contra, banda que lidera don Peñita, cuyas rolas hablan acerca de las fases por las que pasamos las personas a lo largo de la vida (microcosmos) y el costo de adaptarse a esos cambios, la omnipresente violencia y la sociedad del miedo, entre otros tópicos (macrocosmos). 

Los cliffhangers de la noche y la fobia a la tristeza

Siempre pueden producirse contratiempos que escapan a nuestro control. La clave está en saber enfrentar las dificultades. La intervención, muy esperada, de Otra Vez, cuya presentación, junto con la de El Grito, tuvo que ser recortada por dos infortunios: uno, el ingeniero de sonido no llegó a tiempo y se recorrió el timing; y dos, la rotura del cuero del tambor del bataco de Los Alex, agrupación de hardcore punk (los barbudos de Tijuana), lo que retrasó aún más la tocada. Pero al final, nada de eso importó porque la atmósfera se cubría de ciertos ánimos que avivaban el ejemplo de quien nos dejó, pero que seguramente estaba allí esa noche en espíritu entre nosotros, junto con su amiga perruna, fiel e inseparable, Eva; y no olvidemos ese momento bastante emotivo de la noche, donde la madre de Micky subió valientemente al stage regalándonos unas palabras, porque nadie sabía mejor que ella que lo que era la música para su hijo. 

A casi dos años de la partida de Micky sigo deseando tener un talismán que lo sane y regrese. No solo sus compañeros musicales hicieron acto de presencia, me emocionó ver a escasos pasos del escenario al barrio “puras granjas”, solidaridad territorial, arraigo con fuertes lazos afectivos y de vecindad. 

Habían tocado ya la mitad de las bandas cuando xHasta el Finalx subió al escenario, recién llegando del centro de la república y enrolados en un mini tour denominado “Sigue latiendo”, tour que tocaría puntos geográficos como Tonanitla, Toluca, CDMX, Hermosillo, Ciudad Juárez y Chihuahua. La verdad fue un gusto escucharlos y poder identificar (a través de las letras y su actitud) algo muy importante en una banda: la humildad. Ejemplos de ello fueron las repetidas muestras de agradecimiento, la búsqueda de la cercanía con el público y la petición oficial de una foto grupal al terminar su intervención. Y es aquí donde pienso en el Micky… aún siento cierta incomodidad porque recuerdo cuando él mencionó, sin perder un ápice de la humildad que lo caracterizaba, que sabía que Otra Vez había sido una banda infravalorada. Uno de los mejores minusvalorados, como diría Calamaro. 

Por su parte, xHasta el Finalx, con insignias antifascistas, antiespecistas y vegan straightedge, interpretó rolas hardcore punk de su disco Cuantas cosas he callado (2018), tales como “Por encima están tus intereses”, “Hasta el final”, “Straightedge”, “Silencios” y “Bici”, la mejor de todo el setlist de su más reciente álbum: Gris (2020).

Stranger things

También a veces suceden acontecimientos extraños o inusuales en las tocadas. En esta, un guitarrista con una playera de un grupo musical neonazi en la alineación de En Tu Contra, algo naturalmente contradictorio.  Una incongruencia política porque según la definición de Arriaga, que me gusta porque simplemente hace brillar los preceptos, enuncia: 

“El hardcore es un movimiento que concientiza y propone una serie de valores y acciones que apelan a la solidaridad, la fraternidad, el apoyo y la organización autogestiva para desmantelar ideas dominantes tales como el racismo, el sexismo, la homofobia y cualquier otro tipo de marginación social impuesta y fomentada por la totalidad del sistema cultural y social dominante”.

Cúspides sonoras

Pasaban las horas y la música en vivo no paraba. En el clímax del concierto los Otra Vez incrementaron su punch, empujaron su música hacia nuevas intensidades al sumar la guitarra de Iduma, y mantuvieron un sonido agresivamente distorsionado: los gritos, la velocidad y la forma en que se escucharon fueron bestiales. Cabe resaltar que el grupo adelantó su nuevo sencillo “Sugar Free Hardcore”, dedicado al hombre orquesta, el Micky, e invitaron a incorporarse al escenario a los vocalistas de Herencia de Honor, El Grito y En tu Contra. La calidad del sonido en el London Pub fue excelente. Noté que al tocar Herencia de Honor se escuchó saturado el sonido, entonces, alguien al oído me dijo: “eso es una guerra de amplis”. 

Criaturas de la noche

Pasadas las doce, como si fuese un ritual para transformarse en hombre lobo, con El Grito tocando, en el moshpit podías entresacar a los machocore, llegaba la hora de las patadas y codazos (citando a un viejo conocedor parte de la comunidad), el de tomarte desprevenido para asestarte un chingazo. ¿Hardcore New York o simple machocore?

El encanto se robó el show

Hay algunos músicos que tienen la capacidad natural de volverse el centro del escenario y hay otros que no tienen ningún carisma al margen de la música. En esta ocasión hubo dos músicos que pintaban la emoción en el aire: Iduma, cuyo lenguaje corporal creaba cierta intensidad coordinado emocionalmente con el resto y sin ninguna tensión propia aparente y, por otro lado, el guitarrista de En Contra de Todo, Kevin Coterio, que nos mostró la fuerza de las palabras y a través de ellas manifestó su forma de pensar y ver el mundo, un tipo inteligente, inspirador, que se preocupa por los demás. Nos recordó a su propio modo que somos animales políticos y que el hardcore tiene tintes políticos desde sus orígenes. 

En Contra de Todo

El grado de implicación física del vocalista de En Contra de Todo, Yesid González, era el adecuado a la energía de su música. Y vaya que los parceros dieron de qué hablar. Sin duda coronaron. Algunos pensaron se trataba de una propuesta de posthardcore más, sin embargo, estábamos ante una banda originaria de Medellín, Colombia, con 17 años de trayectoria y quienes se encontraban en su primera gira internacional “Prevalece el fuego tour”. Una banda comprometida política y socialmente, dejando ver en sus letras, en palabras de ellos mismos: “un mensaje claro de perseverancia, así como también una postura de rechazo e indiferencia, frente a toda actitud de carácter violento, represivo, hostil y radical”. 

Esta banda cuenta con un amplio material discográfico, entre los que destacan Nuestro ideal (con cinco tracks, trabajo del año 2009), Vivir lo que es real parte I (compuesto por seis tracks y grabado en el 2011), Vivir lo que es real parte II (que consta de ocho tracks y se editó en el 2013), y su más reciente disco de larga duración: El fin de mis miedos, influenciados por el sonido crudo y agresivo del punk rock latinoamericano, pero también por la fuerza, la energía y la actitud de la escena hardcore de la vieja escuela, pasando por lo más melódico y nueva escuela con influencias de agrupaciones como Stretch Arm Strong, Champion, H2O, Ignite, Sick of It All, Shutdown, Agnostic Front, Casey Jones, With Honor y Come Back Kid, por ejemplo.

Siempre hubo otros mundos y ahora están en este

Algunos piensan que la música hardcore y el movimiento contracultural detrás se murió en los noventa, otros opinan que seguimos respirando el hardcore porque a la gente nos gusta la música rápida, tremendamente acelerada y frenética; unos más presuponen que mientras exista quien cargue la antorcha de su legado y se asegure que la llama no se extinga, el hardcore no se olvidará y se volverá más fuerte, pero allí es donde radica el principal problema o la principal incógnita. ¿Qué rumbo tomará?, ¿existe preocupación por la ferocidad de su reputación, la pérdida de las raíces musicales, por la distorsión de su mensaje?

Imágenes por Hanyd Y. López

Una noche de ruido antes de las elecciones

Es un hecho que para la escena hay un antes y un después de la pandemia. El lento, pero aparente regreso a la “nueva normalidad” nos trae tokadas al más puro estilo de la vieja usanza: íntimas y caseras. Raza Nocturna (estudio) y Motörworship Records (disquera independiente), ambos proyectos a cargo del buen Lobo (fundador de Orgon Jihad y Verdugo), fueron los anfitriones de una noche de ruido en la colonia Centenario un día anterior a las elecciones, muy necesario el desahogo y el vivir de forma presencial la música.

No cabe duda de que el confinamiento ha servido de inspiración a músicos y bandas para componer y grabar inclusive a distancia, pues hoy se cuenta con una variedad de estudios, programas y aplicaciones de mezcla, así como de masterización online, que permiten -también a las bandas underground- generar trabajos de mayor nivel. El señor Lobo tiene todas las credenciales para hacerlo. Dicen que la independencia implica ser multifuncional, entonces podemos afirmar que sus proyectos van por buen camino, tanto el estudio y sello, como su trabajo de promotor y organizador de eventos.

El line up de la tocada, al incluir tan solo a tres bandas, advertía que a medianoche todo volvería a ser como antes: el hechizo se desvanecería y todo volvería a la normalidad. Eightyeight se encargó de abrir: escuadra cuyo nombre se deriva de la admiración a la trilogía de Volver al futuro (del vocal), una banda beatdown con actitud “tuffguy” muy edgy, un subgénero del hardcore punk que tiende a ser más lento en su ejecución, además de estar cargado de breakdowns y riffs de guitarras agresivas y con características del death metal, una especie de metalcore.

Eightyeight cuenta con un álbum digital en su haber titulado Inner flame, que consta de siete tracks, disponible ya para los entusiastas de este género. Debo decir que el leadsinger me cautivó cuando alguna una vez compartió escenario con El Grito en La Bohemia, y así como en aquella ocasión, su potencia vocal e interpretativa se notaron esta noche: fue increíble verlo.

Leí por ahí que las diferentes escenas musicales de una ciudad se valoran, analizan y entienden mejor con la perspectiva que da el paso del tiempo. Al hallarme a la espera de escuchar a Otra Vez (la segunda banda del programa), mi memoria se llena de sentimientos y emociones encontradas (Wish you were here, Micky). Esa noche definitivamente se robaron el show. Pude presenciar descargas más que notables de una alineación colmada de músicos destacados. A su vez significa también un plus que cuenten con un baterista importado de Herencia de Honor y la segunda guitarra, cuyas muestras de humildad me conmueven sobremanera, siendo siempre dicha característica la marca personal de la banda. Orgullosos de continuar un legado, nuevas adquisiciones para presumir, sangre nueva, amigos integrantes de bandas hermanas en la pequeña comunidad hardcore local que le imprimen mayor punch a Otra Vez, cuyas rolas hacen resonar como un eco las raíces del género, letras que reflejan madurez evocando aspectos simples de la vida cotidiana y que esperaron diez años para conformar Ríos de sangre, el mejor disco de hardcore hecho en casa que sale a la luz de unos años para acá; además, siempre fieles a su estilo old school que resulta totalmente convincente y honesto, una prueba de autenticidad andando, banda a la que deseamos larga vida, puesto que han sido y serán, junto con El Grito (sus contemporáneos, pues crecieron juntos y en la misma dirección), los padrinos del hardcore sonorense.

Otra Vez es una de las bandas más ruidosas, rápidas y con mejor ejecución, pilares del más puro estilo New York hardcore, quienes también han incursionado en el crossover haciendo un guiño al thrash metal.

La última banda en tocar fue Hyenna, banda con una iconografía propia que los distingue… de hecho, quería llevarme a mi casa el enorme póster a dos tintas que semejaba un parche gigante, el cual estaba montado en una de las paredes del lugar.

Cambiando de tema: Jaimelvis, además de manifestarnos su furioso sentido de inconformidad por el continuo estado de corrupción, decadencia e impunidad en este país (lo cual hace notar en su interpretación siendo el frontman de este combo crossover), es también quien mantiene viva la escena con su promotoría y su trabajo de diseño del grupo, alineación donde el único que se salva de aparecer en el almanaque chavorruco es el vital e inquietante baterista (el único veinteañero de la banda), uno de los mejores en la escena, a mi parecer.

Epílogo: Wish you were here, Micky
Micky, eres mucho más que una efeméride. Fuiste pionero en la historia del hardcore de la H y, por qué no, del estado entero. La lección más importante que recibimos de ti fue que la vida es tan corta que no vale la pena perder el tiempo, que naciste para vencer todos los elementos a golpe de tozudez y no voy a olvidar tu pasión por la música en directo.

Fue una pena que no hayan podido concretar el tributo a Minor Threat, hubiese sido una mancuerna épica con El Grito; recuerdo tus nervios antes de salir a tocar deseando que la gente disfrutara tanto como tú, recuerdo mis pataletas por tu insistente modestia, la actitud de ver siempre las cosas por el lado amable, tu soledad, tu plena conciencia de que su propuesta como banda fue poco valorada, subestimada; tu gran preocupación de que a alguno de los integrantes “se le subiera” porque nunca te atrajo que fuesen una banda icónica; nunca dejaste que el dolor te detuviera, fuiste el fan más acérrimo de Otra Vez, pero también el juez más duro. Se queda acá la magia que creaste entre el público y tu agrupación, te hubiese hecho gracia el premio que recibieron de parte de Tribus del Rock por Streaming porque te confesabas un analfabeta digital, pero es posible que también hubieras querido besar y abrazar a todos, como cuando por fin el disco salió a la luz, porque tu familia, tu complemento, tu media splenda creció y es más fuerte que nunca. Gracias, por tanto, a pesar de que te dimos tan poco.

Fotos: Ángel Orozco